La mejor manera de acabar con la baja natalidad en Rusia es animar la formación de familias «numerosas» de un hombre y varias mujeres, o al menos así lo propuso ayer en el Parlamento Vladimir Zhirinovski.
El líder ultranacionalista sugiere que no haya más de cinco esposas. También dice que si el polígamo desea añadir una nueva esposa a su harén particular, deberá pedir el consentimiento del resto de sus cónyuges.
Además, podrá mantener a sus amadas en diferentes domicilios, para impedir rencillas y guardar la calma y paz familiar.