Si en España alguna sexagenaria complica el tráfico de la Gran Vía madrileña, una taxista de Edimburgo decidió incrementar la hazaña y paralizar la red de tranvías de la ciudad.
Cuando el hambre aprieta no hay leyes que valgan y eso fue exactamente lo que debió pensar la protagonista de esta historia. Por ello, decidió estacionar su vehículo en plenas vías y se fue directa al McDonalds a desayunar.
Hasta diez minutos pasaron cuando se dio cuenta de que estaba preparando un atasco de los que hacen época y emprendió una carrera épica para mover su taxi. Sin embargo, ya era muy tarde. Ya ha entrado en la lista de honor de «los peores conductores de Edimburgo».
El conductor del tranvía comentaba a través de las redes sociales que la taxista no estaba muy cuerda que digamos. Una vez que salió del McDonalds quitó el coche de la vía pero lo aparcó justamente en la opuesta, bloqueando la dirección opuesta.
Según el Daily Record, esta es una costumbre ya habitual entre los ciudadanos ya que es la tercera vez en sólo una semana que un vehículo bloquea las vías de la ciudad.