Un vecino de Vilagarcía ha querido denunciar no solo su estupor sino también su impotencia por una multa que recibió esta semana procedente de la Policía Local de Poio. La sanción, por un importe de 100 euros, se justifica en el hecho de que el conductor había girado el cuello «más de 45 grados» al volante, por lo que a entender del agente que se la puso, no prestaba la debida atención a la conducción y perdía la visión de la vía.
Al margen de que a Javier Raposo Mejuto le sorprendiese el motivo de la multa, ya que «nunca vi nada así», el hecho de que no haya prueba alguna de la infracción, porque nadie le paró el coche para multarlo ni hay prueba fotográfica alguna, le hace pensar que se debe a un afán recaudatorio de la Policía Local de Poio contra el que él no tiene forma de defenderse.