Durante una actuación en Londres (Reino Unido), el cantante británico con varios años de trayectoria a sus espaldas, anunció su intención de abandonar los escenarios, al menos en lo que a actuaciones en directo se refiere.
La promesa le duró quinces meses, tras los cuales Reginald Dwight volvió a tocar su piano en un escenario para goce y disfrute de los seguidores del artista. Su reencuentro con el directo tuvo lugar el 3 de febrero de 1979 en Suecia.