Cientos de neoyorquinos, que no son precisamente los ciudadanos más impresionables del planeta, se paran estos días frente a un escaparate de los que hay miles en su ciudad. Miran estupefactos, y toman fotos. No es el último modelo de smartphone, ni un montaje interactivo, ni ninguna estrella del celuloide haciendo de hombre anuncio lo que consigue tal efecto.
Es vello púbico desbordante.El que protagoniza un nuevo y chocante escaparatismo del fabricante de ropa American Apparel en su tienda de East Houston Street: una serie de maniquís en ropa íntima bajo la que se adivina, cuando no desborda las entrepiernas, un frondoso bosque negro. Es su manera de animar las compras de cara a San Valentín.
Aunque se ha calificado a la campaña de una estrategia publicitaria más, lo cierto es que la marca americana se suma así a una nueva corriente que comienza a sonar y reivindica una imagen más natural de la mujer.