Los chinos, que acostumbran a tener unos extraños gustos, ponen de moda el perro-panda, creado gracias a unos tintes que según el creador de la idea “no son agresivos”. El país ha adoptado la costumbre occidental de tener perros como mascotas, y la moda de vestir a los perros con modelitos no les parecía suficiente, así que han decidido transformar sus animales en pequeños cachorros panda.
Para crear estas mascotas usan perros de la raza chow chow, que han ganado terreno a los antiguos favoritos, los labradores y los bulldogs. En menos de dos horas se consigue transformar nuestro pequeño perro normal y corriente en un mini panda. “El look permanece en el perro por alrededor de seis semanas y los dueños deben traerlos de vuelta para algunos retoques”, añadió el propietario de la tienda.
Ahora habrá que ver si esta nueva tendencia sale del país y nos llega hasta nosotros o se queda en sus fronteras. ¿Pensáis que se les ha ido de las manos o vosotros también querríais tener un perro así?.