Se dice de él que “a pesar del éxito, es una de las personas más decentes del mundo de la música”.
Phil Collins, nació en Londres, y es de suponer que de pie, el 30 de enero de 1951.
Uno de sus primeros regalos fue, cuando tenía cinco años, un tambor de hojalata. Y no lo debía de tocar muy mal, porque sus padres arriesgaron su tranquilidad y la de vecindario comprándole, cuando cumplió los doce, su primera batería completa.
Pese a su afición por las baquetas, la vocación de Phil era la de actor. Participó en varios musicales y películas, pero entre papel y papel, Phil Collins dedicaba también su tiempo a la música, tocando con varios grupos.
En uno de ellos entró por ser el único que respondió al anuncio en el que se solicitaba un arreglista.
Una buena costumbre la de leer los anuncios y contestarlos, porque fue a través de un anunció, de “Melody Maker” en concreto, fue como entró en Genesis en 1970, sustituyendo a Peter Gabriel.
Dicen que el entusiasmo y el buen humor de Phil obraron milagros en el grupo fundado por Peter Gabriel que, en apenas, tres años se colocó en la cima de lo que se conocía entonces como música “progresiva”, unas veces, o “rock sinfónico”, otras.
Phil Collins quiso probar en solitario, aunque sin abandonar el grupo, y en 1981 lanzó su primer álbum, “Face value” que tuvo más éxito que cualquier trabajo de Génesis.
En el 85 consiguió el grammy al álbum del año con “No jacquet required”.
En 1997 decidió dejar Genesis. Actualmente se dedica a hacer colaboraciones y temas por amor al arte.
