Ni la lluvia, que comenzó a media tarde del viernes y ya no dio tregua en todo el día, consiguió parar a La Pegatina en la segunda jornada del festival Viña Rock. El grupo catalán fue la estrella de la noche: tocó cuando los chubascos ya habían comenzado y la gente se refugiaba bajo las carpas, y bajo un cielo encapotado que logró reunir delante del escenario durante dos horas a más miles de personas que ninguna otra banda del certamen.
Sus ritmos de ska y rumba, con canciones como Alosque, Ni chicha ni limoná o Vamos a Por Ti, levantaron el festival de Villarobledo, que se celebró desde el pasado jueves hasta el sábado en este pueblo de Albacete de 25.000 habitantes. Se enredaron incluso con canciones ajenas que llevaron a su terreno, como Mi gran noche, de Raphael.
El broche final lo pusieron con su canción más conocida, Mari Carmen, con la que todo el mundo bailó, saltó y gritó: «¡Mari Carmen, Mari Carmen, tú hijo está en el afterhour!».
En el último día del festival, el sábado, el tiempo respetó a las bandas y al público, y La Raíz, un grupo valenciano que fusiona rock, ska y reggae, y que estuvo el pasado año en el Fuerteventura En Música, puso el broche final a un certamen con un conciertazo que comenzaron presentando su último disco, Entre poetas y presos y terminaron con un público cantando y saltando sus temas más conocidos.