El videoclip contiene imaginería ofensiva para el Islam
A pesar de que muchos no creían que Katy Perry fuera capaz de repetir el éxito de Teenage Dream, parece ser que lo está consiguiendo: tanto el álbum Prism como los singles Roar y Dark Horse han sido número uno en Billboard, y el vídeo oficial de este último tema ha acumulado más de treinta millones de visitas en apenas cinco días.
Sin embargo, hay un sector de la población al que no le hecho ninguna gracia este clip: el musulmán. En una de sus escenas, podemos ver cómo uno de los sirvientes de Katy Patra se convierte en polvo cuando su colgante, que tiene inscrito el nombre de Alá, comienza a arder. Ante tamaña ofensa, muchos están pidiendo la cancelación del vídeo.
Y es que últimamente la californiana no para de dar pasos en falso que podrían acabar dañando su imagen pública. Meses atrás, logró cabrear a su público asiático disfrazándose de geisha, y hace poco fue abucheada por llegar tarde a un desfile de Moschino y mandó a tomar viento a los que se quejaron.
