Risa y felicidad
¿Sabías que en nuestro cuerpo se encuentran los mecanismos más asombrosos capaces de hacernos verdaderamente felices?
Posiblemente muchos de nosotros, en más de una ocasión, hemos podido comprobar como la risa nos hace olvidar los problemas, las preocupaciones y recuperar la alegría de vivir. Y si esa risa ha sido “bien reída”, además nos habrá ayudado a encarar situaciones adversas con mayor optimismo, creatividad, eficacia y valentía.
Cuando reímos plenamente, un gran número de sustancias cerebrales se ponen en acción haciendo que nuestro cuerpo y nuestra mente entren en un estado armonioso de relajación, felicidad y plenitud.
El bienestar y la felicidad que tanto buscamos, están ya dentro de nosotros, y se encuentran en nuestro cuerpo a nivel bioquímico. Nuestro cuerpo sí sabe como hacernos felices, y lo hace enviando a nuestra mente un mensaje de placer y alegría a través del mecanismo de la risa.
Endorfinas, noradrenalina, dopamina y serotonina son algunas de las sustancias responsables de llenarnos de creatividad, imaginación, tranquilidad, alegría, felicidad, entusiasmo… También la disminución del dolor y un sistema inmunológico robustecido, entre otros, son algunos de los regalos que generan unas buenas carcajadas de risa franca.
La risa, el secreto mejor compartido: claves para reír plenamente
¡Quiérete!
Apreciarse, quererse, es el alimento principal para una risa plena, franca y saludable. Tú eres tu mejor amigo o tu peor enemigo. Sé tu mejor amigo, alimenta tu felicidad, apréciate y valórate. Cuando tú estas bien todo está bien, cuando tú estas mal todo esta mal. Nadie puede dar lo que no tiene. Establece una buena relación contigo y verás que no es una forma de egoísmo sino un estado auténtico del ser que se da a si mismo lo mejor haciéndolo extensivo a los demás.
¡Elige estar de buen humor!
Hazte responsable de tu propia felicidad. La palabra responsabilidad implica la habilidad de respuesta. Nadie puede ser feliz por ti, nadie puede reír por ti. Si decides sentirte triste nadie puede detenerte, si decides reír nadie podrá pararte. Tú decides a cada instante cómo actuar en base a tus principios consciente o inconscientemente. Si quieres reír plenamente, elige y decide estar de buen humor. Que tu risa y tu felicidad, no dependan de las circunstancias ni de las actitudes de los demás. Si alguien te regala una ofensa, sonríe y continúa con tu buen humor. Si la vida te pone a prueba, acepta el reto y continúa fortaleciendo tu buen humor.
¡Cuida tu cuerpo!
Comienza cada día con una sencilla gimnasia natural. Estírate y desperézate conscientemente. Es una alegría bostezar ampliamente y estirar los músculos. Puedes ayudarte poniendo música y dejarte llevar con movimientos suaves de apertura. Al terminar inspira profundamente y exhala suavemente, llevando el ombligo hacia la columna. A la vez que espiras, repite mentalmente una afirmación de agradecimiento hacia todas las partes de tu cuerpo. No hay risa más viva y dichosa como la que se expresa a través de un cuerpo apreciado y cuidado.
¡Vive el presente!
En este momento, no podemos reír ayer ni podemos reír mañana, sin embargo sí podemos hacerlo ahora! La vida está continuamente en el presente. Algo que no podemos recuperar es el tiempo. Como lo invertimos o lo malgastamos depende de nosotros. Reír es vibrar con el instante presente y sentir plenamente la vida. Reír es comprender que la vida es un tiempo que poseemos, es entender que cada minuto que transcurre, no volverá. Vive cada instante como si fuera el último.
¡Agradece!
En mayor o menor medida nuestra risa también depende de nuestra gratitud. Agradecer lo que se tiene es vivir más feliz con uno mismo y con el entorno. Cuánto más agradezcamos comprobaremos que más encontramos para agradecer. En mi opinión todas las personas tenemos motivos para sentirnos agradecidas, lo que sucede es que no nos paramos a pensarlo. Si estamos en la queja, en lo que no tenemos, lo que nos falta… es posible que creemos un círculo negatividad a nuestro alrededor. Habitualmente las personas que se quejan no hacen nada por mejorar. No se trata de conformarse, se trata de valorar lo que se tiene y con esta energía construir y aportar para entre todos crear un mundo más humano. Dar las gracias, por ejemplo, podría dejar de ser una palabra convencional. O usarla consciente y sinceramente. También es bueno darse cuenta que para sentir agradecimiento y expresarlo no es necesario esperar nada a cambio. Cuando damos para recibir algo a cambio entramos en el terreno de las relaciones comerciales donde intereses personales están por el medio.
¡Despierta tu niño interior!
Ser auténtico, espontáneo, libre, divertirse y dar rienda suelta a la imaginación, son expresiones de nuestro niño interior. Independientemente de la edad que tengas, todos llevamos un niño dentro. Como adultos somos responsables de nuestra vida y eso conlleva la felicidad de nuestro niño. Como adultos nos olvidamos que la vida está llena de ocasiones para jugar. Haz que tu niño se sienta bien aunque eso signifique comportarse como no esperan los demás. Los niños no saben de lo ridículo, se lo enseñamos los adultos. ¿Serías capaz de descalzarte en la hierva de cualquier parque?, ¿Te dejarías mojar por la lluvia ese día que olvidaste paraguas?, ¿Aceptas sin rechistar todas las normas, o serías capaz de saltarte alguna?, ¿te obsequias diariamente con momentos para fluir con lo que te apetece realmente ser y hacer, o te sobrecargas de obligaciones?, ¿Cuándo fue la última vez que jugaste a reír por el pacer de reír?“Mientras que un niño ríe un promedio de 500 veces al día, el promedio del adulto es de 15 veces, con suerte”.Robin S. Sharma
¡Da lo mejor de ti, siempre!»Sé el cambio que quieres ver en el mundo»Gandhi
Cada día es una oportunidad para aprender a vivir y reír plenamente. Dentro de cada uno de nosotros ya se encuentra todo lo que necesitamos. Dentro de cada uno de nosotros ya tenemos vida, risa alegría, paz, ternura, felicidad. Tan sólo es necesario darse cuenta y decidirnos a expresarlo y compartirlo con los demás. Inspírate con las palabras de la Madre Teresa.
«A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas… Aún así, perdónalas. Si eres amable, las personas pueden acusarte de egoísta e interesado… Aún así, sé gentil. Si eres vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos… Aún así, vence. Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte… Aún así, sé honesto y franco. Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo de una hora para otra. Aún así, construye. Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia… Aún así, sé feliz. El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana… Aún así, haz el bien. Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso pueda nunca ser suficiente. Aún así… da lo mejor de ti mismo». Madre teresa de Calcuta.
“Unos buscan la felicidad, otros la crean”… Sean Happys