Richard Gere nos ha deleitado con una gran verdad: «Hay un poderoso ejercicio, muy simple, que empecé a practicar hace algunos años: Cada vez que me cruzo con alguien en el camino, sea una persona o un insecto, el primer pensamiento que tengo es: “Te deseo felicidad”. Eso transforma completamente lo que sucede entre tú y esa persona. Y lo digo desde mi experiencia personal.
A veces es muy difícil: cuando te encuentras con un enemigo o estás en una situación que inesperadamente se complica. A mí, me ayuda mucho la meditación, que enseña a evitar las emociones negativas.
En este momento, tienes la oportunidad de crear más espacio alrededor. Ves cómo desaparece esa emoción negativa antes de que te domine, y tienes tiempo de transformarla.
Ves las cosas como son, te das cuenta de que se trata de simple y evidente ignorancia, ira, temor – no de los otros, sino ignorancia por mi parte, por su parte…
Transforma el ego, déjalo ir, regresa al amor.
¡TE DESEO FELICIDAD!
Prueba a hacerlo y observa todo lo que cambia en tu vida.»
“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigas, más te eludirá. Pero si vuelves tu atención hacia otras cosas, vendrá y suavemente se posará en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida.”
(Viktor Frankl)