Aunque ya se ha acostumbrado al frenético ritmo de vida que le marca su apretada agenda laboral, al cantante Enrique Iglesias le encantaría encontrar un pequeño hueco en su día a día para dedicarse exclusivamente a cultivar sus aficiones.
«Cuando tengo días o ratos libres, siempre intento practicar deportes acuáticos o disfrutar de un paseo con mis perros. Aunque la realidad es que tengo un calendario repleto de trabajo. Por suerte, con el paso del tiempo el cuerpo se va amoldando a todo y al final uno consigue vencer el cansancio. Es verdad que duermo poco pero, como los vampiros, me viene mejor dormir durante el día», confesó el intérprete español.
Además de seguir a rajatabla las obligaciones que le marca su calendario, Enrique Iglesias también procura mantenerse fiel a la saludable dieta alimenticia que ha ido incorporando a su vida cotidiana a lo largo de los años.
«Trato de cuidarme y de comer siempre sano. Es algo en lo que he cambiado bastante, porque cuando tenía 18 años podía comer solo una hamburguesa en todo el día, y ahora no puedo hacer lo mismo. Aunque el estrés también me ayuda a estar delgado», admitió el artista en tono jocoso.
A pesar de los grandes sacrificios que lleva a cabo para dar continuidad a su imparable carrera musical, como el de renunciar por completo a su vida social, el astro del pop ve recompensados sus esfuerzos cada vez que se sube a un escenario.
«Es cierto que tengo que dejar de lado muchas cosas para poder dedicarme a la música, pero la locura positiva sale de mí cuando estoy en el escenario delante de mis seguidores», aseguró.
De hecho, el hijo de Julio Iglesias es reconocido por la relación cómplice y cercana que mantiene con sus fans durante sus conciertos, donde exhibe una enérgica actitud que, además, pone de manifiesto su particular visión sobre la vida profesional : aprovechar cada segundo como si fuera el último.
«Cuando estoy en el escenario me gusta entregarme al máximo y acercarme a los fans. Siempre trato de disfrutar en todas mis actuaciones y de pasármelo bien. Nunca sabes cuándo va a ser la última vez que te subas a un escenario, así que intento aprovecharlo al máximo y entregarme al cien por cien», revelaba Enrique.