Toda una invitación al optimismo: “no te preocupes, sé feliz”. Ese es el título y el mensaje de este tema que Bobby McFerrin tenía en el Nº 1 de la lista de las radios más escuchadas en nuestro país la Nochebuena de 1988.
Si algo caracteriza a esta canción, es el hecho de que no interviene en ella ningún instrumento, porque todo lo que suena procede -silbidos, voces y percusiones- procede del cuerpo humano.
Bobby llamó la atención de Bill Cosby que le llevó a su show televisivo y le convirtió, de la noche a la mañana, en estrella.
La canción en cuestión se incluyó en el disco Simple pleasures. Además de alcanzar el nº 1 en EE UU, el tema fue galardonado con un Grammy al Mejor Single del Año. ‘Don’t worry, be happy’ reafirma su popularidad con su uso para campañas publicitarias de todos los productos imaginables.