Flacucho, rapado y risueño y capaz de llenar el estadio de fútbol Único de La Plata y siete veces el Luna Park de Buenos Aires. Se llama Abel Pintos y lleva 20 de sus 31 años dedicado a la música.
Está en España por segunda vez. Hace unos días ofreció un concierto en Barcelona y ayer mismo actuó en Madrid. Abel es su primer disco publicado en nuestro país, pero es el noveno en su carrera. Sus canciones son un torbellino sentimental. Ha grabado un tema con La Oreja de Van Gogh y otro con India Martínez, pero su trayectoria en solitario basta y sobra para ganarse un sitio en el Olimpo Pop. Y sin embargo, cuando era niño, lo que más deseaba era tener una carnicería.
El artista comenta que le llevó diez años en Argentina vivir lo que a día de hoy está viviendo en nuestro país y amenaza con volver en septiembre.